lunes, 31 de octubre de 2016

Leyenda de Tecate

EL POZO DE LAS CADENAS
Leyenda de Tecate
En el pueblo de Tecate, ubicado al final de la Rumorosa, se cuenta que en tiempos de  la Revolución Mexicana, alrededor de 1910, vivía un matrimonio de personas muy pacíficas y trabajadoras. Eran una pareja sin hijos. El señor se encargaba del cultivo de las tierras y su esposa se encargaba del cuidado de la casa.
En aquella época no había mucha gente en los alrededores y los caminos eran simples brechas secas marcadas sobre el árido paisaje, vetas polvorientas por las que a veces pasaban los caballos levantando polvaredas con su andar.
Un día aparecieron unos hombres que llevaban varias horas caminando bajo el sol ardiente. Extenuados y sedientos de tanto andar bajo el calor, vieron que el señor que trabajaba en sus cultivos era la única persona que tenían cerca y, en consecuencia, se le acercaron.
— ¡buenas tardes! —saludaron.
— ¡buenas tardes! —Respondió el señor, dejando su labor y ventilándose con el sombrero—. ¿Cómo así por acá? Muy poca gente viene por aquí.
—El deseo de encontrar buena fortuna nos trae —respondió uno de los hombres.
—Vamos a Tijuana, acabamos de cruzar la Rumorosa —dijo el otro.
—Pues aún les queda mucho camino, Tijuana está bien lejos.
—Sí, y eso que con lo que hemos andado ya nos morimos de sed, ¿no tendrá un poco de agua que nos regale? —preguntó uno de los extraños.
— ¡Chingallos, me acabo de tomar el último trago! Pero ándale, no se preocupen que  mi casa está cerca y tengo un pozo. A menos que tengan prisa. —respondió el campesino
— ¿Prisa? Prisa pero por beber agua, compadre  —dijo uno de los hombres y luego todos siguieron al señor para saciar su sed.
El hombre, que casi nunca veía a alguien pasar por el lugar, se emocionaba cada vez que venían visitantes e intentaba aprovechar la ocasión para enterarse de chismes y noticias. Se apresuró entonces por levantar sus aparejos y luego condujo a los hombres hasta su casa. Allí su esposa los recibió y ellos la saludaron quitándose el sombrero.
Una vez hubieron entrado, los hombres bebieron toda el agua que pudieron, comieron como náufragos y conversaron larga y amenamente. Entretanto, la tarde ya estaba por irse y el atardecer, en su avance, iba incendiando el cielo para después dar paso a los coyotes con sus aullidos de veneración ante el ascenso de la Luna. Los hombres sin embargo no dieron muestras de marcharse, de hecho se veía que querían prolongar las conversaciones con el ánimo de quedarse. Viendo eso, el hombre y su esposa les hicieron un catre con ramas de paja para que puedan dormir.
Pasadas las horas un grito rasgó el silencio de la madrugada, un grito que a lo lejos retumbaba como delatando la proximidad de la muerte en las inmediaciones…
Nadie supo nunca qué ocurrió. Se cuenta no obstante que los extraños pertenecían a una banda de sangrientos delincuentes, de hombres deshumanizados que disfrutaban con el sufrimiento de todas aquellas víctimas que les oponían un mínimo de resistencia. Cuentan pues que intentaron robarle y que el hombre intentó presentar resistencia, quizá más de la cuenta porque la crueldad con que lo liquidaron aún se recuerda entre los habitantes de la zona: lo amarraron con cadenas, le quitaron los ojos, lo echaron al pozo y luego arrojaron piedras al pozo para cubrir su cuerpo ahogado. De su esposa y de los asaltantes nunca se supo nada.
Tal es al menos la versión que se tiene sobre su muerte, versión de la que muchos no dudan, sobre todo quienes cuentan que hay noches en que cerca del pozo se oyen ruidos de cadenas, gemidos de llanto e incluso escalofriantes alaridos de desesperación. Dicen que pena en busca de su esposa desaparecida y de los malditos que la asesinaron, dicen que por las mañanas se pueden ver con claridad las huellas de sus pies encadenados, que a veces se escucha como si lanzaran piedras al agua del pozo a pesar de que no hay nadie cerca que las lance…Incluso, hay quienes aseguran que, cuando han pasado cerca del pozo en la madrugada, han escuchado burbujas, tal y como si alguien o algo en el interior del agua las estuviera produciendo. Los pocos que se han atrevido a mirar cuentan haber visto un rostro grande, de un espectral azul blanquecino, gritando con los ojos inundados de angustia; y ascendiendo, ascendiendo como para querer contactar con el asustado visitante…

domingo, 30 de octubre de 2016

Leyenda de Mexicali

LA SEÑORA DE LOS 5 PESOS

Leyenda de Mexicali


Hace muchos años en el centro de la ciudad de Mexicali vivía una señora que maltrataba mucho a sus hijos, les gritaba , les pegaba y los dejaba encerrados. Pasaron los años, hasta que sus hijos se hicieron mayores, se casaron y la abandonaron.

La señora, se sintió culpable y con remordimientos,  así decidió ir a la iglesia de la ciudad a hablar con el sacerdote y  le contó todas las cosas que les había hecho a sus hijos durante muchos años, el padre, al escuchar lo que la mujer había cometido, le dijo que sus pecados eran muchos, que una madre como ella sólo podía viajar a roma para allí encontrar el perdón de dios. pero la señora era muy pobre y no tenía manera de pagar un viaje, y menos hasta Roma, así que el sacerdote le ordenó que pidiera limosna, pero, para que su penitencia fuera más dura sólo debía aceptar monedas de cinco centavos y si le daban monedas de otra cantidad, debía devolverlas.

La mujer salió de la iglesia y ese mismo día empezó con su penitencia, todos los días se sentaba frente a la iglesia a pedir dinero, mucha gente se sorprendía al ver que cuando le intentabas dar monedas de mayor valor las rechazaba, por lo que la comenzaron a llamar la señora del cinco.

Años más tarde y poco antes de poder conseguir el dinero suficiente para el viaje, la señora enfermó gravemente y murió. Días después de su muerte, un señor que caminaba frente a la iglesia  vio a una mujer que llevaba un velo en la cabeza con apariencia muy humilde. la mujer se le acercó y le dijo:

- señor, ¿no me regala un cinco?.
- no tengo, pero tome esta moneda de veinte.
- entonces ella se descubrió la cara y era el rostro de una calavera.
- ¡no pedí veinte centavos, pedí cinco! malditoooooo!

Y así sucedió que muchas personas relataban lo mismo, y a muchas de ellas les ocurrían desgracias al poco tiempo. La historia se volvió tan popular que en Mexicali, durante muchos años, se acostumbró llevar siempre una moneda de cinco pesos si salías a la calle.

Leyenda de Rosarito

LOS NOVIOS DE LA CUESTA BLANCA
Leyenda de Rosarito

Una pareja de enamorados contrajo matrimonio en el famoso Hotel Rosarito. Tras la ceremonia, que fue magnífica, partieron en viaje de bodas a Europa. Para ello debían cruzar la frontera y viajar en automóvil hasta Los Ángeles, en donde abordarían un vuelo. El destino les tenía reservada una parada más trafica 
La carretera que une la localidad de Rosarito con Tijuana recibe el nombre de Cuesta Blanca, y es tristemente célebre por la cantidad de accidentes que tienen lugar allí. En esa oportunidad el cielo se presentaba encapotado y una fuerte lluvia arreciaba, dificultando el paso. Como amuleto de buena suerte, la novia llevaba su traje de ceremonia en el automóvil. Al tomar una curva cerrada, el joven perdió el control del vehículo y se estrelló contra un costado del camino. No habiendo tenido la precaución de utilizar el cinturón de seguridad, fue lanzado a través del parabrisas.
Quedó muy malherido, sangrando copiosamente, a la vera de la ruta. La joven había sufrido heridas y contusiones, pero estaba sensiblemente mejor que su flamante esposo. Bajó con dificultad del carro e intentó ayudarlo. 
La joven mujer trató de pedir auxilio, pero en ese día de tormenta los coches que pasaban eran muy pocos, y ninguno se detuvo. El temor a ser asaltados o simplemente la indiferencia hacían que los conductores hicieran caso omiso de los desgarradores gritos de la mujer.Caía la noche y la joven, deseperada, nada podía hacer, más que intentar parar el fluir de la sangre con su vestido de novia. Cubrió  sus heridas con él, y el blanco de la pureza de las novias se tiñó de la sangre moribunda. Con el correr de las horas la vida de su esposo se extinguió: murió desangrado. Al alba de la mañana siguiente un trailero avistó el automóvil accidentado y el cuerpo del hombre, y dio aviso a las autoridades. Cuando la policía llegó al lugar, hallaron al cadáver del hombre, pero no había rastros de su acompañante. Se organizó una intensa búsqueda, creyendo que la joven había intentado obtener ayuda en los alrededores, pero sin ningún resultado. La joven esposa, viva o muerta, jamás fue hallada.
Cuenta la leyenda que en días de tormenta, a los costados del camino de la Cuesta Blanca, los conductores ven a una joven vestida de novia, pero el color de su vestido no es blanco, sino rojo como la sangre. A muchos les hace señas para que se detengan. Quienes lo hacen simplemente la ven desvanecerse, quienes la ignoran o huyen debido al miedo, quizás compartan, días, semanas o meses más tarde, su trágico final...

Leyenda de Ensenada



EL GATO NEGRO

Leyenda de Ensenada

Hace años, en un pueblo de Ensenada, vivía una muchacha que amaba a los gatos. Aparte de trabajar, se dedicaba a cuidarlos, alimentarlos y darles cariño; siempre estaba rodeada de ellos, cuando veía a uno abandonado en la calle se lo llevaba a su casa. Todos los vecinos sabían de su amor hacia esos animales, es por esta razón que en vez de llamarla por su nombre, le decían la muchacha de los gatos.
Sucedió que una noche se despertó al oír fuertes golpes en la ventana. Pensó que era algún vecino que necesitaba algo y al asomarse se sorprendió, pues no había sino un gato negro que la miraba con ojos brillantes. Ella le abrió para dejarlo entrar y el gato se le acercó ronroneando, así que lo acarició un rato y luego se volvió a dormir.
Pasaron varios días. El gato negro era el más cariñoso de todos los que vivían con la muchacha, la seguía adonde iba y ¡hasta dormía en su cama! Sin embargo, la joven se dio cuenta que los otros gatos empezaron a alejarse, a irse de su casa; no entendía por qué y sentía tristeza, pues cada vez tenía menos animales. De entre éstos, ella quería especialmente a una gata siamés, a la que había criado desde pequeña; temerosa de que también se alejara decidió dedicarle más tiempo.
Una tarde la joven llegó de trabajar y, con gran pesar, se fijó que sólo dos gatos se acercaron a ella: la siamés y el negro. Levantó a la gata, la abrazó, la besó y se sorprendió mucho al ver que el gato negro se enojaba; a ella le dio miedo porque los ojos se le pusieron rojos, se le pararon los pelos del lomo y empezó a gruñir tan fuerte que parecían los gritos de una persona. A la noche siguiente, mientras le servía leche a su gata, el gato negro se acercó y comenzó a maullar enojado; al ver esto, la muchacha trató de levantar a la siamés, pero el gato saltó sobre la gata y pelearon ferozmente. Desesperada por no poder separarlos, corrió a buscar una escoba. Cuando regresó, la gata estaba muerta y el gato negro se lamía las garras. Entonces la joven se puso a llorar, y con la escoba echó al gato a la calle. Durante varias noches, el animal estuvo maullando en la ventana, esperando que le abriera para entrar.

Cierto día en que la muchacha regresó, encontró al gato dentro de la casa y se espantó, porque se veía enorme, grandísimo. Trató de sacarlo y el gato ni se movió, sólo se quedó viéndola a los ojos; de pronto ¡saltó sobre ella, arañándola y mordiéndola! La muchacha quiso zafarse, gritar, pero el gato enredó su larga cola en el cuello de la joven y apretó hasta que ella dejó de respirar. El negro animal se quedó un rato junto al cuerpo, luego salió por la ventana y desapareció en medio de la noche.
Nadie se hubiera enterado de la muerte de la joven, pero los otros gatos regresaron apenas huyó el gato negro y, al ver que ella no se movía, se pusieron a llorar. El llanto de tantos gatos hizo que la gente fuera a asomarse; sólo así encontraron a la pobre muchacha. Fin.

martes, 18 de octubre de 2016

Leyenda de Tijuana

LA BAILARINA SIN CABEZA



Leyenda de Tijuana

La bailarina sin cabeza es la leyenda más conocida en Tijuana, cuentan las leyendas que hace muchos años una joven bailarina que tenia una relacion cecreta una noche mientras ensallaba su baile  fue privada de la vida contándole su cabeza. luego de que ella fuera traicionada por su amante(se cree que su amante era al capone).
Hoy en día son muchas las personas que aseguran a ver visto a esta bailaría en el patio del mina rete de Tijuana, por las noches aseguran que se logra ver el fantasma de la bailarina practicando sus bailes justo debajo del mina rete. Según las leyendas la bailarina murió luego de que tuviera un conflicto con su enamorado, quien la había traicionado y ella en venganza había escondido el dinero y joyas de él, cuando él se enteró intento hacer que ella se lo entregara y al no hacerlo él le corto la cabeza.